«Una pregunta… ¿es demasiado tarde para cambiar el nombre?»
Ya está aquí otro añadido más al universo cinematográfico de Marvel, Ant-Man. ¿Hará honor a la estela de éxitos que ha tenido el resto de la saga?
La película arranca con Scott Lang, un hombre que acaba de cumplir condena en prisión por dárselas de Robin Hood y robar a la empresa en la que trabajaba anteriormente. Pese a su reticencia a volver a lo viejos hábitos, al final recurre a robar de nuevo para así conseguir el dinero suficiente para ver a su hija, lo cual le meterá dentro de la vida de Hank Pym, un denotado investigador científico que desarrolló hace años una partícula que permitía disminuir el tamaño de la materia. Ellos dos, junto con Hope, la hija de Pym, deberán unir fuerzas para detener a Darren Cross, un hombre que ha conseguido duplicar la tecnología de miniaturización y que planea vendérsela al mejor postor, arriesgando así la estabilidad del mundo entero.
Simple y llanamente: la película es todo lo que te puedes esperar. Tiene acción, tiene humor, tiene drama, y tiene efectos especiales a raudales, sin olvidarnos por supuesto de las ya obligatorias referencias y conexiones con los Vengadores y SHIELD. Es todo a lo que ya nos ha acostumbrado Disney con su maquiavélica y brillante estrategia de obligarnos a ver todas las películas de Marvel que aparezcan en cartelera (y hablando de tácticas malignas, cuidado con las dos escenas de después de los créditos, no os las vayáis a perder). No tengo muchos conocimientos del material original de los cómics, pero sí tengo entendido que ha habido numerosos cambios para poder adaptar el personaje dentro de la continuidad ya establecida y, también, para hacer al personaje más aceptable para un público más joven. Entre otras cosas, Hank Pym era el que creaba a Ultrón en los cómics, y también tenía serios problemas mentales, incluyendo múltiples personalidades.
Ant-Man no tiene ningún momento especialmente rompedor o llamativo, pero tampoco tiene ningún problema serio. Diría que la edición es demasiado rápida, hay escenas que se beneficiarían enormemente de un ritmo más pausado, especialmente la secuencia en la que se nos muestra el mundo microscópico y el mundo cuántico. Por otro lado, sin embargo, también podría decir que la actuación es bastante buena; Paul Rudd crea a un personaje endiabladamente carismático con Scott, al igual que Evangeline Lilly con Hope. También tenemos a un Hank Pym maravilloso, interpretado por… por… por el amor de Dios, ¿ese es Michael Douglas? ¡Sí, lo es! ¡No sé qué hace aquí, pero estar está!
En cuanto a doblaje, bastante correcto, como suele ser norma en la saga Marvel. Alguna repetición de voces innecesaria de fondo, y alguna asociación sin respetar que al menos por el momento no tiene mucho sentido, pero nada dramático. Un buen trabajo en general.
Por todo lo dicho arriba, mi nota para esta película es de un 7. Es muy entretenida, tiene buen humor y se nota que las escenas a tamaño hormiga se han hecho con cierto cariño. Sin embargo, que nadie espere algo rompedor o de una calidad sin igual; al igual que sus hermanas en la saga es una película de superhéroes ligera y divertida, pero nada más allá de eso.
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