Reglas Generales:
1. ¡Obedece la ley! […] el resultado que supone un expediente criminal es algo que ¡no puedes permitirte! Cuando los muertos lleguen, las fuerzas de la ley deben considerarte como un ciudadano modelo, alguien en quien confiar y a quien dejar solo, y no como un criminal de cuestionables antecedentes que debería ser interrogado a la primera señal de problemas. Afortunadamente, tal y como este capítulo te mostrará de forma sencilla, las armas legales te servirán más que las armas de destrucción masiva.
No, el chaleco era para protegernos de la gente normal con la que nos encontrábamos. No me refiero a los rebeldes organizados, sino a los que iban en plan “Soy Leyenda”. Siempre había un par de ellos en todas las ciudades, un tío o una tía que había logrado sobrevivir. Leí en alguna parte que los Estados Unidos era el país con mayor número de estos individuos, por nuestra naturaleza individualista o algo así. Llevaban mucho tiempo sin ver humanos de verdad y casi siempre, los primeros disparos eran accidentales o reflejos. A la mayoría lográbamos calmarlos; a estos los llamábamos RC, Robinson Crusoe… era el término educado para los que se portaban bien.
En estos dos libros, de estilos muy distintos aunque de misma naturaleza, Max Brooks nos ilustra en todo lo que siempre hemos querido saber sobre el apocalipsis zombi que claramente llegará más temprano que tarde.