No es oro todo lo que reluce, ni toda la gente errante anda perdida.

Un Día Perfecto (A Perfect Day, 2015)

30 agosto, 2015

«Por la derecha, o por la izquierda?»

Un Día Perfecto es una producción española que sigue la labor, muchas veces inútil, de un grupo de cooperantes en el destruido paisaje rural de Bosnia durante las Guerras Yugoslavas.

Mambrú (Benicio Del Toro) es un cooperante puertorriqueño cínico y desengañado al que le queda una semana en territorio bélico. Junto a él se encuentran como compañeros Sophie (Mélanie Thierry), una novata idealista, B (Tim Robbins), un veterano un tanto excéntrico y Damir (Fedja Stukan), un intérprete bosnio. La historia arranca con el grupo intentando sacar de un pozo un cadáver para evitar contaminar el suministro de agua de esa zona; al romperse la cuerda que estaban usando para levantarlo Mambrú y su equipo viajarán a lo largo de todo el territorio rural buscando un reemplazo, sumándose a esta búsqueda Katya (Olga Kurylenko), una antigua novia de Mambrú, y Nikola, un niño local. En el viaje se encontrarán numerorísimos contratiempos e intentos infructuosos, adoptando el rol de antagonistas las estrictas normas de los militares de Naciones Unidas y los propios habitantes de la zona.

Si buscáis una comedia negra bien escrita y con una buena dosis de golpes de realidad, Un Día Perfecto es esa película. Muy bien dirigida por parte de Fernando León de Aranoa (ya solo la presentación de los créditos iniciales me ha parecido realmente original), buena fotografía, a destacar todas las panorámicas del terreno bosnio (que son territorio español en realidad), y realmente bien actuado por parte de un reparto de lujo. Los momentos dramáticos, pese a ser abundantes, se van intercalando con los alivios cómicos con precisión, consiguiendo así un buen equilibrio entre las bromas de los personajes, el absurdo de la administración de Naciones Unidas y la futilidad y la crudeza de la guerra. Al final todo acaba en una mezcolanza de sentimientos que se refleja a la perfección en el final tan agridulce (¿o quizás no tanto?) de la película. En un tema aparte, el doblaje de la película en castellano también funciona perfectamente, bien actuado y respetando, al menos hasta donde yo he podido ver, asociaciones.

Por otro lado tampoco es todo perfecto, obviamente. Pese a que los diálogos, especialmente todos aquellos en los que esté el personaje de Tim Robbins de por medio, están realmente bien escritos, la trama peca de utilizar un buen número de clichés que no la hacen demasiado bien, especialmente el trasfondo de Katya, que resulta ser el típico escarceo amoroso que tuvo el protagonista en el pasado y que vuelve para hacerle la vida más difícil. Las canciones usadas en la banda sonora, aunque todas está bien metidas y tienen su sentido, al menos a mí me han dejado deseando algo más original… pero también es verdad que esa es una apreciación puramente personal.

Por todo lo dicho, mi nota para esta película es un 8,5. Los escasos problemas que pueda tener no entorpecen el resto de los demás elementos, que cumplen con lo que tienen que hacer o, en algunos casos, van más allá de lo esperado.

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