No es oro todo lo que reluce, ni toda la gente errante anda perdida.

Operación U.N.C.L.E. (2015)

16 agosto, 2015

«Esa pajarita no pega con ese traje»

Operación U.N.C.L.E. (The Man from U.N.C.L.E. en la versión original) es una película de espionaje ambientada en los años 60 y basada en una serie de la misma época, que aquí en España se tradujo como El Agente de C.I.P.O.L.

Napoleón Solo (Henry Cavill) es un hombre que está tratando de evadir la condena por sus antiguos delitos trabajando como agente secreto para los Estados Unidos. Illya Kuryakin (Armie Hammer) es un agente estelar de la URSS, si bien está condicionado por su complicada infancia. Cuando se descubre que una agencia criminal secreta está intentado realizar un tráfico de armas nucleares a escala global, tanto Napoleón como Illya recibirán órdenes de formar equipo y detener este complot, todo ello mientras reciben la custodia y ayuda de Gaby (Alicia Vikander), una mecánica alemana que resulta ser hija del científico a cargo del diseño y la construcción del armamento nuclear de los traficantes.

Hay que arrancar diciendo algo importante: es una película de Guy Ritchie. Ritchie se caracteriza por dar siempre a sus películas un tono muy particular y personal, y de hecho he visto unas cuantas veces que, aunque con ciertas distancias, su estilo se asemeja al estilo de Tarantino. Esta película no es menos: los cambios de objetivo enérgicos, la música marcada, la edición rápida, la mezcla de humor con acción y cierto favoritismo hacia los primeros planos… por no seguir diciendo más rasgos, que todavía quedan. Al final todo se reduce a los gustos de una persona, así que es justo empezar por ahí: si no te gusta el estilo de Ritchie, esta película no es recomendable. Si te gusta, en cambio, tírate hacia delante sin pensar.

Todos los actores hacen un gran trabajo y se funden con su personaje con facilidad. La cara de niñito bueno del Superman de Cavill es fácil de olvidar tras verle un rato en su personaje de ladrón frío y mujeriego empedernido. Hammer es sospechosamente creíble como ruso desequilibrado, y Vikander maneja bien todas las diferentes facetas de su personaje, el cual es bastante más interesante de lo que un servidor esperaba (la escena de baile con Illya es ciertamente interesante). El vestuario y las localizaciones están muy bien cuidados, siempre con una base real pero sin olvidarse que esto no deja de ser una película de espías exagerada y tirando a cómica. La fotografía es más que adecuada, al igual que la música. Sin embargo, no todo va a ser bueno.

Las escenas del principio son en mi opinión demasiado rápidas, y el que la cámara vaya pasando sin mediación de plano general a primer plano no ayuda. La acción es algo mixta: algunas escenas están muy bien elaboradas, pero otras pecan de abusar de la cámara movida, haciendo que no te enteres mucho de qué está ocurriendo y que, si intentas prestar atención, acabes mareado. Algunas de las regresiones que se hacen para explicar los planes de los personajes son innecesarias o incluso redundantes: en una, de hecho, se hace flashback de algo que había ocurrido hacía menos de tres minutos, y en una situación en la que no era en absoluto necesario explicar qué se estaba haciendo; parecía haber cierto temor a soltar la mano del espectador.

Por todo lo dicho arriba, mi nota para esta película es de un 7. Está repleta de acción y comedia, todo llevado a muy buen ritmo y con unos personajes con los que es fácil encariñarse. Sin embargo tiene algunos fallos en el departamento de edición y dirección, pero son fáciles de perdonar en algo que en general resulta tan entretenido de ver.

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